La palabra "mandala" proviene del sánscrito y significa literalmente "círculo" y, también, "lo que contiene la esencia"; "manda" (esencia) y "la" (recipiente).
Los mandalas son una manifestación simbólica organizada alrededor de un centro, y han sido utilizados en todo el mundo como fuente de sabiduría por maestros espirituales desde tiempos inmemorables.
Son originarios de la India, aunque también se encuentran representaciones geométricas concéntricas y simbólicas en otras culturas, tanto de América como de Australia.
El Mandala es un arte milenario que beneficia la integración con uno mismo, con el Universo y con el Uno absoluto. Como una forma de arte-terapia, sus virtudes terapeúticas permiten recuperar el equilibrio, profundizar el conocimiento de sí mismo, como así también facilitar que emerja nuestra creatividad a través de la conexión con la intuición.
Los Mandalas son símbolos de la integridad, equilibrio, armonía, sanación y totalidad.
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